cerca de monumentos y parques increíbles para explorar

mi estancia fue maravillosa, ya que pude caminar fácilmente hasta la Cueva de Altamira en menos de 10 minutos y disfrutar del Museo Diocesano Regina Coeli, que está a un paseito agradable, lo que me permitió conocer la historia local de una manera muy entretenida.

La terraza del apartamento es un lugar encantador.

Mi experiencia no fue del todo positiva. La conexión a internet fallaba constantemente, lo cual complicó un poco mi estancia, ya que necesitaba estar en contacto por trabajo. Además, lamenté que no hubiera café, azúcar ni otros básicos en la cocina, lo que habría hecho mi estancia más cómoda. Por último, el ruido de la calle era algo molesto a horas tempranas de la mañana.

la verdad es que el hotel tenía un olor a desagüe en el baño, superior a lo que uno esperaría. además, los colchones son buenos, pero solo si te gusta despertar con molestias de espalda, porque son de muelles. sinceramente, esperaba un trato especial o al menos unas flores en la habitación, y ni eso. me quedé muy decepcionado.

Recuerda llevar tus propias provisiones para el desayuno, la cocina está muy bien equipada pero carece de algunos básicos.

Wi-Fi estaba bien, y la atención de Ángela fue excelente. Había juegos de mesa, pero no permiten mascotas.

Un lugar moi acolledor, nois anos de descanso e tranquilidade. Terraza preciosa para gozar dos días. Ángela, un encanto, solucionou un problema de inmediato. Sen dúbida, un sitio moi recomendable.

El apartamento en un caserón antiguo destaca por su limpieza impecable y el calor del trato de la propietaria, que fue muy atenta. Los espacios eran acogedores y ofrecían vistas impresionantes, ideales para relajarse después de explorar los alrededores. Sin embargo, la falta de un área común para socializar y ciertos ruidos por las noches resultaron un poco molestos.

Las habitaciones son cómodas, con techos altos que dan un toque especial, aunque puedan causar algún golpe accidental. Las vistas montañosas desde el balcón son realmente impresionantes y perfectas para disfrutar un café por la mañana.

Se escucha a las personas de las habitaciones colindantes, especialmente al abrir y cerrar las puertas, lo que puede ser molesto. Además, la falta de un área común para comer o socializar limita un poco la experiencia. También, la habitación de arriba tiene techos abohardillados, lo cual puede ser un problema para quienes son altos.

El El Pedroso es un refugio encantador donde cada habitación te recibe como un viejo amigo. mi habitación tenía un balcón con vistas montañosas más impresionantes que la mejor postal. Además, la cocina del apartamento estaba mejor equipada que la de algunos chefs profesionales, ¡nunca pensé que haría mi propio desayuno!

No hay restaurante

Atención personalizada, ubicación perfecta, apartamento acogedor – un lugar inolvidable.

Tuvimos una gran experiencia en este lugar. La dueña fue muy amable y la ubicación perfecta para hacer paseos, además visitamos el Casino El Sardinero y la Cueva de Altamira. El apartamento era amplio y tenía todo lo necesario. Además, el entorno es hermoso y tranquilo para descansar después de un día explorando.

Sin embargo, tuvimos problemas con la conexión a Internet, ya que no funcionaba bien y era crucial para nosotros estar conectados. Eso hizo que algunas cosas fueran un poco complicadas.

una experiencia mixta

El apartamento tenía vistas hermosas de la montaña que hacían que cada mañana fuera especial. La atención del personal fue destacada. siempre estuvieron dispuestos a ayudar con una sonrisa. Disfruté de la tranquilidad del lugar, ideal para descansar después de un día de exploración.

El mobiliario en el apartamento se sentía un poco anticuado.